martes, 13 de abril de 2010

La forja de un símbolo

Todo símbolo pertenece a una época, la representa, la define y la hace trascender; y si existe algo que pueda vincularse al tiempo en que vivimos, que no es otra cosa que la más absoluta postmodernidad, eso es Cacahué y el ICClaC y, por supuesto, su iconografía ecléctica y de libre y entusiasta creación.


Los trofeos que levantarán las manos triunfantes el 15 de mayo, los 11 gato-ochos, las manieristas plasmaciones curvas de Leire elaboradas por los alumnos del Ciclo de escultura del IES Pancho Lasso de Arrecife, están en camino.

Un molde sobre el que verter años de cultura e identidad, un molde en el que cabe toda pureza y que abole la profesionalidad, un molde que sabe a gloria.


El primer prototipo de poliéster de los modelos de trofeos para el ICClaC ya pueden ser mostrados, hechos públicos, emancipados de sus mentes y dedos creadores.

Una patina estilizadora y la placa de rigor son los detalles finales a añadir antes de convertirse en el símbolo que, no lo pongamos, en duda, a todos nos sobrevivirá.

Incluimos un pequeño vídeo en el que con brocha y resina vemos como se rellenan los moldes de los futuros trofeos. Trabajo artesano, auténtico, acompañado del musicón orquestado de Rewiux.


En otro orden de cosas, en completa primicia os presentamos el myspaces de Los hijos deLego, invitados musicales, junto a Leone, en la Ceremonia de proyección y entrega de premios del ICClaC, que tendrá lugar el 15 de mayo en La Casa de los Jacintos.


Hijos de los múltiples meandros que nuestra ilusoria identidad construida en torno a un ego quiere abarcar, como si de una autofagia se tratara, se presenta la sana y misántropica escisión del mítico grupo Las Zibas.


Qué decir, más que, larga vida, larguísima, a Cacahué.

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